El estado de interdicción es una condición declarada por un Juez de lo familiar, en la cual se determina que una persona mayor de edad carece de capacidad para tomar decisiones de manera independiente, en virtud de que no puede gobernarse por sí misma, ya sea por estar perturbada o disminuida en su inteligencia o limitada físicamente para externar su voluntad.

Durante el procedimiento para declarar a una persona en estado de interdicción, será necesario nombrar a una persona como su tutor, quien será el encargado de velar por el bienestar del interdicto, así como de administrar sus bienes, quedando como representante legal del interdicto.

Entre las personas que pueden ser sujetos a que se les declare en un estado de interdicción se encuentras aquellas que sean mayores de edad pero que tengan alguna discapacidad que nos les permita tomar decisiones propias, dadas las limitaciones o alteraciones generadas por su discapacidad, asimismo, pueden ser declarados interdictos aquellos adultos mayores que sean diagnosticados con demencia senil y que derivado de ello no tengan la capacidad de valerse por sí mismos y mucho menos de tomar decisiones propia.